Abelardo Moncayo Jijón

Escritor, educador y político nacido el 6 de junio de 1847 en la ciudad de Pasto, Colombia, hijo del Sr. Alejandro Moncayo Sierra y de la Sra. Mercedes Jijón Andrade.

Huérfano de padre desde los 3 años de edad, mientras su madre permanecía en Pasto fue enviado a Quito a casa de sus tías Angela, Lucía y Catalina Moncayo, quienes se esmeraron en darle la mejor educación, ocupándose ellas mismas de su primera enseñanza ya que no contaban con medios económicos para pagarle una escuela privada. En 1860 pudo ingresar al Colegio de San Luis donde empezó a estudiar filosofía, y el 10 de febrero de 1863, cuando había cumplido los dieciséis años de edad, fue admitido como novicio en la Compañía de Jesús. Por esa época también ingresó a la misma orden el joven Federico González Suárez, junto a quien se dedicó a organizar la Biblioteca Nacional que había quedado semidestruida desde el terremoto de 1859.

Durante ocho años permaneció en La Compañía destacándose como un gran educador y como profesor de diferentes materias en varios colegios de Quito, Guayaquil, Riobamba y Cuenca, hasta que en 1869, debido a una serie de fricciones que existían entre él y sus superiores, pidió la separación de la orden, que le fue aceptada a principios de 1871, aunque continuó dictando clases, vestido de seglar, en diferentes colegios.

Influenciado por las lecturas de Montalvo y de varios escritores franceses, se identificó con la doctrina liberal y empezó a colaborar con diferentes periódicos de igual ideología de Ambato, Cuenca y Guayaquil, donde enviaba sus artículos con temas relacionados con la educación, cuadros costumbristas y poemas, al tiempo que combatía duramente al gobierno del Dr. Gabriel García Moreno, de quien se había convertido en feroz enemigo.

Fue uno de los principales inspiradores del atentado que acabó con la vida del presidente García Moreno, y en su habitación, situada en la Plaza del Teatro, se reunieron varias noches los comprometidos para ultimar los detalles del crimen.

El 6 de agosto de 1875, a las 12 del día, junto a los otros conjurados acechó al Presidente en las cercanías del Palacio de Gobierno, y a la 1 p.m., en el mismo instante del magnicidio fue uno de los que sostuvo al edecán Pallares para que no pueda defender al mandatario del machete asesino de Faustino Lemus Rayo.

Perpetrado el Asesinato de García Moreno permaneció oculto durante varios años en una hacienda de su familia política, los Andrade Rodríguez, en la población de Puntal (hoy Bolívar), provincia del Carchi, y en la hacienda Peguche, donde recibió la visita de Juan Montalvo con quien trabó una gran amistad.

Casi seis años permaneció oculto, dedicado a filosofar, a escribir y a practicar la agricultura, y se preparaba a abandonar su confinamiento voluntario, cuando el 6 de junio de 1882, un decreto supremo del Gral. Ignacio de Veintemilla lo hizo constar como fuera de la ley. En octubre del año siguiente la Corte lo declaró culpable de homicidio, por lo que volvió a ocultarse en el campo y se dedicó a las letras y a escribir varias obras de carácter político, histórico y biográfico.

Al estallar en Guayaquil la Revolución Liberal de 1895, se dirigió al norte y se incorporó a las tropas de los coroneles Nicolás Arellano y Manuel Antonio Franco, con las que entró en Quito; y en septiembre de ese mismo año, apenas llegó a la capital, el propio Eloy Alfaro logró que la Corte declare prescrita la acción penal en su contra.

Alfaro sabía que Moncayo era poseedor de un talento de elevados quilates, por lo que buscando rodearse de los mejores hombres de la República lo llamó a su lado para que lo ayude desde diferentes cargos de gobierno. En enero de 1896 fue nombrado Gobernador de la provincia de Imbabura, pero en abril tuvo que volver a Quito para hacerse cargo de la Cancillería. Más tarde asistió como Diputado por la provincia de Carchi a la Convención Nacional que ese mismo año se reunió en Guayaquil, y al año siguiente fue elegido Presidente de la Asamblea Constituyente que se reunió en Quito, y en calidad de tal le correspondió ceñir la banda que consagró al Gral. Alfaro como Presidente Constitucional de la República.

Entre octubre de 1896 y septiembre de 1898 fue Ministro del Interior y Policía, cargo que volvió a desempeñar en mayo de 1899; y en el año 1900, junto a otros ideólogos del liberalismo como José Peralta y Juan Benigno Vela, consiguió que Alfaro designara al Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez como sucesor de la Presidencia de la República.

En junio de 1908 presidió junto al Gral. Eloy Alfaro los actos de la llegada del ferrocarril a Quito; al mes siguiente fue elegido Senador por la provincia de Imbabura y Presidente de la Cámara, y en calidad de tal fue Encargado de la Presidencia de la República, desde el 23 de agosto hasta el 10 de septiembre, mientras el Gral. Alfaro realizaba un viaje a Guayaquil.

Poco tiempo después, intrigas políticas propiciadas por simpatizantes de Flavio Alfaro -celosos de las buenas relaciones existentes entre Moncayo y don Eloy- ocasionaron un distanciamiento entre ellos, pero al poco tiempo vino la reconciliación y Alfaro lo nombró Miembro de la Junta de Notables Liberales.

En 1914, dos años después del horroroso y sangriento Asesinato de los Héroes Liberales, el Gral. Leonidas Plaza, que ocupaba la Presidencia de la República por segunda vez, ordenó su destierro a Lima junto con José Peralta y José de Lapierre, por lo que tuvo que permanecer fuera del país durante un año.

Volvió entonces a Guayaquil y en 1916 se trasladó a Quito donde, retirado de la política y dedicado a sus libros y a la vida particular, murió el 29 de junio de 1917.

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Efrén Avilés

Efrén Avilés Pino, +35 años de estudios, investigación, recopilación y consulta de documentos, libros y archivos relacionados con la Historia y la Geografía del Ecuador; y la Biografía de sus personalidades más notables.

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