Miguel Valverde
Político, periodista, escritor y repúblico guayaquileño nacido el 6 de diciembre de 1852, hijo del Sr. José María Valverde Cassaus y de la Sra. Hortensia Letamendi y Navarro.
Sus primeras enseñanzas las recibió en la escuela de los preceptores Santa Olaya y Herbozo, y en el Seminario de San Ignacio; posteriormente ingresó al afamado colegio San Vicente del Guayas, donde en 1868, identificado con las nuevas doctrinas ideológicas, fundó un «Club Liberal» que produjo un gran escándalo dentro del plantel, por lo que tuvo que abandonar eventualmente sus estudios.
Ideólogo del liberalismo y periodista recto e íntegro, escribió y publicó valerosos artículos «llenos de indignación, de rebeldía mayúscula contra los gobiernos que resumen totalitarismos, por ello fue apresado, insistentemente perseguido, desterrado. Gabriel García Moreno y Veintemilla le acosaron en todo momento en razón de los duros ataques que este escritor les propinaba» (F. y L. Barriga López.- Diccionario de la Literatura Ecuatoriana).
En efecto, luego de contribuir a la formación de la Sociedad Literaria de Instrucción Mutua, en la que se discutían asuntos políticos y literarios, se asoció, en 1873, a los señores Tomás Gagliardo y Juan Bautista Rolando para fundar el semanario «La Nueva Era», a través del cual combatió duramente la reelección presidencial del Dr. Gabriel García Moreno. Posteriormente, a causa de un artículo titulado «Correspondencia Importante», el Jefe de Estado ordenó su prisión y confinamiento por considerar que había proferido expresiones sediciosas e irreligiosas y ataques personales en su contra. Fue entonces desterrado junto al impresor Sr. Federico Proaño por la vía del Napo, en febrero de 1875, y luego de caminar y viajar en las peores condiciones, durante cinco meses, pudieron llegar finalmente a Lima, Perú, el 10 de junio de ese mismo año.
Volvió luego del Asesinato de García Moreno, y al poco tiempo fue comisionado por los liberales para conferenciar con el presidente Borrero con relación a la derogación o reforma de la Constitución Garciana de 1869, llamada también «Carta Negra», a lo cual el mandatario se negó. Decepcionado por esa actitud, el 10 de enero de 1876 fundó el periódico «El Convencional» a través del cual solicitó la inmediata convocatoria a una Asamblea Nacional. En mayo de ese mismo año, junto a Eloy Alfaro y Nicolás Infante inició un movimiento revolucionario que fue descubierto por los agentes del gobierno, por lo que fueron desterrados al Perú. Los tres volvieron subrepticiamente un mes más tarde, pero nuevamente fueron descubiertos y puestos a órdenes del Gral. Ignacio de Veintemilla, quien les dio la libertad al tiempo que los comprometió con una nueva revolución.
El 10 de agosto de ese mismo año, junto a Marcos Alfaro y Federico Proaño fundó el periódico «El Popular», en el que con lenguaje candente, exaltado y subversivo, dio los últimos toques políticos al movimiento revolucionario que el 8 de septiembre puso fin al gobierno de Borrero y proclamó la dictadura del Gral. Veintemilla.
Dos años más tarde ya se había decepcionado de Veintemilla, y junto a Eloy Alfaro inició una serie de acciones destinadas a desestabilizar al régimen, pero fueron descubiertos y apresados, y mientras Alfaro fue condenado a varios meses de prisión, él fue desterrado nuevamente a Lima.
En 1881 volvió de su exilio, y animado por sus inquietudes políticas y literarias fundó el diario «El Fonógrafo», que al poco tiempo fue clausurado por orden del gobierno. Escribió entonces en casi todos los periódicos del país, lo que ocasionó el enojo del mandatario que lo desterró a Panamá junto con Pedro Carbo, acusados de conspiradores y agitadores.
Nuevamente en Guayaquil, el 1 de abril de 1882 fundó el periódico «El Teléfono», y a través de sus columnas se opuso tenazmente a todo intento de reelección por parte del Gral. Veintemilla, por lo que a finales de septiembre fue capturado una vez más y encerrado en un calabozo, donde el 8 de noviembre, a tempranas horas de la mañana, recibió la visita del gobernante quien le exigió que se retracte de varios artículos publicados bajo su firma. Valiente como era, no aceptó dichas exigencias, por lo que fue insultado y abofeteado por el propio Veintemilla.
Al año siguiente, Eloy Alfaro -proclamado Jefe Supremo de Manabí y Esmeraldas- lo nombró Ministro del Interior, Guerra y Relaciones Exteriores, y lo ascendió también al grado de Coronel; y luego de que fue derrocado Veintemilla, al volver el país al régimen constitucional asistió como Diputado a la Convención Nacional que se reunió en Quito desde el 11 de octubre hasta el 21 de abril de 1884.
En 1895 se erigió como Jefe del Movimiento Revolucionario en contra del gobierno del Dr. Luis Cordero, y protestó con razonamientos válidos por el asunto de la Venta de la Bandera, que propició la caída del régimen y el triunfo de la Revolución Liberal.
Al concluir el primer gobierno constitucional del Gral. Alfaro fue llamado, en 1901, para servir al gobierno del Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez en el cargo de Ministro del Interior y Policía, y un año más tarde ocupó también el Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1905 fue nombrado por el presidente Sr. Lizardo García para desempeñar las funciones de Ministro Plenipotenciario del Ecuador ante el gobierno de Brasil; propuso entonces a ese país la cesión de las tierras en litigio de Túmbez y Marañón -que el Perú ya retenía ilegalmente-, a cambio de cien millones de dólares y la garantía de defender militarmente al Ecuador ante las pretensiones expansionistas del enemigo del sur.
El Dr. Miguel Valverde Letamendi publicó importantes obras literarias entre las que se destacan: «Ante la Muerte», «Voto Salvado», «Miss Edith Cavell», «Sócrates y Jesucristo» y otras.
En 1918 el gobierno del Dr. Alfredo Baquerizo Moreno lo nombró Cónsul General en Roma, donde murió desempeñando dichas funciones el 19 de abril de 1920.
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