Monumento al Gral. Alfaro

Uno de los monumentos más importantes e impresionantes de Guayaquil es el dedicado a la memoria del Gral. Eloy Alfaro y la Revolución Liberal.

Es por eso que es necesario recordar las palabras del Gral. Alfaro en sus Planes de Regreso, en 1884: “Cincuenta revoluciones hemos hecho, como no han estado bien hechas, las seguiremos haciendo hasta que acertemos una”.

Los conceptos políticos e ideológicos de la revolución liberal no fueron el resultado de la improvisación sino la consecuencia de un largo proceso ideológico en el que mediaron varios factores políticos, sociales, religiosos y económicos, que cambiaron sustancialmente el destino del Ecuador.

Y en homenaje al Gral. Eloy Alfaro y esa revolución gestada el 5 de junio de 1895, gracias a una iniciativa de liberales radicales guayaquileños entre quienes se encontraban los señores Ing. Alejandro Hernández, José Sotomayor Franco y Antonio Vera Lago, entre otros, y que se reunieron el 13 de noviembre de 1953, se conformó un “Comité pro Monumento al Gral. Eloy Alfaro”, que presidido por el Crnel. Genaro Cucalón Jiménez comenzó a trabajar de inmediato para conseguir los fondos necesarios para su erección, entre ellos un Decreto del Gobierno del Dr. José María Velasco Ibarra, para la asignación de fondos.

De poco o nada sirvió el Decreto del Gobernante, pues los fondos de erección del monumento, que el Congreso Nacional creó en 1954 y que estuvo limitado a 500 mil sucres, fue luego repartido -por Decreto de Emergencia del Ejecutivo- entre construcciones militares en la frontera y otros rubros ajenos al destino inicial de dichos fondos. “…Ayudaron finalmente el Consejo Provincial, la Casa de la Cultura del Guayas, la Municipalidad de Guayaquil y otras entidades”

(Germán Arteta.- El Universo, Enero 4 del 2007).

Suscripción del Contrato Entre el Municipio y el Comité Pro Monumento al Gral. Alfaro.

Seis años debieron concurrir desde el inicio de los trámites, hasta que finalmente, en la tarde del 18 de diciembre de 1959, en una sencilla ceremonia celebrada, en la sala de sesiones del Concejo Cantonal se firmara el correspondiente contrato entre los representantes legales del Comité pro Monumento al General Eloy Alfaro y los constructores de la obra, que se levantaría en el primer círculo de la Avenida de las Ameritas, la misma que tendría un costo de medio millón de sucres y que se esperaba estaría terminada para el 5 de junio del año entrante. Día del Libe­ralismo.

En este acto se dio lectura a los contratos por los cuales el Arq. Rafael Rivas y el escultor Alfredo Pala­cio se comprometieron a la construcción de la obra, habiendo tomado luego la palabra el Lcdo. Luis Robles Plaza en representación de la I. Mu­nicipalidad, y el señor Genaro Cucalón Jiménez, en su calidad de Presidente del Comité pro Monumento a Eloy Alfaro.

Asistentes al Acto

En esta ceremonia de la fir­ma de los contratos para la construcción del Monumento estuvieron presentes, a más del Alcalde. Lcdo. Robles Plaza, los señores: Genaro Cucalón Jiménez y Humberto Molinari, Presidente y vicepresidente -respectivamente- del Comité; Francisco Pérez Castro, Bolívar San Lu­cas, Juan Phillips, En­rique Palma Alvarado, Francisco Murillo Haro, Jorge Bustos Pineda, Alejandro Hernández, José Sotomayor Franco, Francisco Huerta Rendón, Eduardo C. Guerrero Suárez, Luis Orellana Pino, José Clemente Baquerizo, Carlos Játiva Caamones, Carlos y Manuel Feraud Games; los doctores Anto­nio Vera Lago y Bolívar Espinoza Lafuente, el mayor Arturo Dávila, el Comandante Washington Zavala Loor, el Ing. Gonzalo Procel, el Arq. Rafael Rivas y el escultor Alfredo Palacio.

Una vez instalado el acto el Secretario del Comité, doctor Vera Lago, procedió a leer los contratos que Iban a celebrarse con el Arq. Rivas y con el es­cultor Palacio, los mismos que fueron firmados por el Presiden­te y el Sindico del Comité, se­ñor Cucalón Jiménez y doctor Espinoza Lafuente, respectivamente, por una parte, y, por otra los contratistas, rubricando como testigo el Alcalde de la Ciudad, Lcdo. Luis Robles Plaza.

Interviene el Alcalde

De inmediato, en un breve discurso, el Alcalde manifestó la importancia del acto que se estaba llevando a cabo y la forma entusiasta y activa como los miembros del Comité cumplían una nueva etapa en la difícil tarea de culminar un anhelo de la ciudad, cual es el monumento al Gral. Eloy Alfaro, “cuyo ejemplo se levanta como guía luminosa para las generaciones del presente y del futuro, que tendrán en él la insignia gloriosa de un ideal por el cual luchó y fue sacrificado en Quito, en el parque de El Ejido, cuando aún no terminaba de implan­tar sus principios, que hubieran dado al país una transformación política y social definitiva. Este Monumento, añadió, servirá para que los hombres que ansían libertad y forjan un mo­vimiento para la reivindicación de sus derechos templen su es­píritu ante la mirada del Viejo Luchador y no desmayen en la batalla hasta la jornada final…”

(El Universo, 18 de diciembre de 1959)

Fue así que, a pesar de las dificultades económicas, el Comité Popular pro Monumento al Gral. Eloy Alfaro logró reunir los fondos necesarios para la erección el monumento, que sería trabajado en su diseño y construcción por el escultor lojano Alfredo Palacio Moreno y el Arq. guayaquileño Rafael Rivas, a un precio aproximado de 600.000 sucres.

Continúa el Alcalde

De inmediato el Alcalde en un breve discurso manifestó la importancia del acto que se estaba llevando “a cabo y la forma entusiasta y activa como los miembros del Comité cumplían una nueva etapa en la difícil tarea de culminar un anhelo de la ciudad, cual es el monumento al Gral. Eloy Alfaro, cuyo ejemplo se levanta como guía luminosa para las generaciones del presente y del futuro, que tendrán en él la insignia gloriosa de un ideal por el cual luchó y fue sacrificado en Quito, en el parque de El Ejido, cuando aún no terminaba de implan­tar sus principios, que hubieran dado al país una transformación política   y social definitiva. Este Monumento, añadió, servirá para que los hombres que ansían libertad y forjan un mo­vimiento para la reivindicación de sus derechos templen su es­píritu ante la mirada del Viejo Luchador...

(ídem)

Palabras del Presi­dente del Comité

Finalmente intervino el señor Genaro Cucalón Jiménez, Pre­sidente del Comité, quien manifestó que debido a la gentileza del Alcalde habla sido posible reunirse en la Casa del Pueblo para dar la solemnidad que el acto merece, pues el Monumen­to al General Eloy Alfaro que se levantará, dijo que será un Monumento para embellecimiento de la ciudad y de gran recuer­do para las generaciones poste­riores de un hombre que entre­gó todo en aras de la República.

Luego el señor Cucalón hizo un breve recuento de la lucha llevada a cabo para lograr los fondos necesarios para la finan­ciación de la obra, para lo cual dijo que se ha contado con la colaboración de distinguidos li­berales, uno de ellos el actual Alcalde. Lcdo. Robles Plaza, otro el doctor Dávila, que se empeñaron por conseguir el im­puesto, el mismo que fue corta­do cuando apenas se habían reunido quinientos mil sucres. También se refirió el señor Cucalón a la etapa de la apertura de propuestas, las que en un primer momento no satisficieron al Comité porque se quería algo más grande, habiendo du­rado casi dos años esa tarea de tratar da conseguir trabajos que colmen sus ambiciones.

Final­mente dijo que ante la insinuación de la Revista "Vistazo" se reiniciaron   las conversaciones que por motivos ajenos a la buena voluntad se habían atrasado hasta lograr que se cumpla una nueva etapa con la firma del contrato, esperándose que dentro de poco tiempo se puedan volver a reunir para hacer entrega a la ciudad del Monumento.

El 13 de agosto de 1961, una comisión integrada por los señores Humberto Molinari, doc­tor Antonio Vera Lago y Luis Orellana Pino, en nombre y representación del Comité Pro Monumento al General don Eloy Alfaro, visitó al Alcalde de la ciudad Lic. Luis Robles Plaza con el propósito de informarle que en vista de haber sido ya aprobada la ma­queta del Monumento, estaban deseosos de iniciar la obra a la brevedad posible y que como los fondos de que disponen son limitados y los requiere exclu­sivamente el Monumento en sí solicitaban la cooperación de la I. Municipalidad en lo rela­cionado a las bases donde se levantará el bronce y a los arreglos del primer circulo de la Avenida de las Américas, que es donde se erigirá el Monu­mento.

El licenciado Robles Plaza In­dicó a los miembros de la co­misión que habla seguido muy de cerca la construcción de la maqueta y que le satisfacía enormemente que el proyecto del escultor Alfredo Palacio y del arquitecto Rafael Rivas haya si­do acogido y aprobado por el Comité que representaban, pues dijo- el Alcalde que considera­ba una obra de gran valor ar­tístico y que constituye sin lu­gar a dudas un Monumento digno para el General Alfaro y digno de cualquier país, por lo cual en su debida oportuni­dad expreso a los autores de la obra su decisión de colabo­rar para las bases mismas del Monumento y en las obras ane­xas a él, es decir en el pro­yecto y realización del Parque que acogerá al Monumen­to en el primer circulo de la Avenida de las Américas, lo cual lo ratificó a los señores comisionados en nombre de la Municipalidad que gustosa contribuirá con su esfuerzo al jus­to y merecido homenaje que se hace a Eloy Alfaro.

Finalmente el Alcalde soli­citó a la comisión la pronta entrega de los planos para conocer por parte del Plan Regulador y del Ingeniero Director de OO. PP. MM. que estaba presente, lo que debía de iniciarse de inmediato por parte de la Municipalidad en lo se relaciona con las bases mismas del monumento a la vez que necesita conocer las medidas u otros detalles para conjuntamente con la remoción de tierra para la base realizar la obra del parque, habiendo mencionado el Alcalde de que estaba seguro de que la Municipalidad aportaba gustosa su cooperación que se traducirá en una obra efectiva que representará siempre un aporte valioso, siendo constante, agregó, que si hace poco se acaba de entregar doscientos mil sucres para la obra del distinguido patriota y ex-Mandatario doctor Baquerizo Moreno, se debe hacer hoy cualquier   esfuerzo en beneficio de una obra que erige a la gratitud que el pueblo debe a   Alfaro.

Municipalidad Coope­rara Gustosa Para Esta Obra

El licenciado Robles Plaza In­dicó a los miembros de la co­misión que habla seguido muy de cerca la construcción de la maqueta y que le satisfacía enormemente que el proyecto del escultor Alfredo Palacio y del arquitecto Rafael Rivas haya si­do acogido y aprobado por el Comité que representaban, pues dijo el Alcalde que considera­ba una obra de gran valor ar­tístico y que constituye sin lu­gar a dudas un Monumento digno para el General Alfaro y digno de cualquier país, por lo cual en su debida oportuni­dad expreso a los autores de la obra su decisión de colabo­rar para las bases mismas del Monumento y en las obras ane­xas a él, es decir en el pro­yecto y realización del Parque que acogerá al Monumen­to en el primer circulo de la Avenida de las Américas, lo cual lo ratificó a los señores comisionados en nombre de la Municipalidad que gustosa contribuirá con su esfuerzo al jus­to y merecido homenaje que se hace a Eloy Alfaro.

Finalmente el Alcalde soli­citó a la comisión la pronta entrega de los planos para conocer por parte del Plan Regulador y del Ingeniero Director de OO. PP. MM. que estaba presente, lo que debía de iniciarse de inmediato por parte de la Municipalidad en lo se relaciona con las bases mismas del monumento a la vez que necesita conocer las medidas u otros detalles para conjuntamente con la remoción de tierra para la base realizar la obra del parque, habiendo mencionado el Alcalde de que estaba seguro de que la Municipalidad aportaba gustosa su cooperación que se traducirá en una obra efectiva que representará siempre un aporte valioso

(El Universo, ídem).

Inauguración del Monumento

El protocolo ceremonial acordado por el Comité Popular Pro Monu­mento a Alfaro, dispuso que la entrega del monumento a la M. I. Municipalidad de Guayaquil se realizaría el día 8 de octubre de 1961, a las 5 de la tarde, acto que estaría a cargo del Presidente del Comité, Sr. Genaro Cucalón Jiménez, para eternizar la memoria de uno de los hombres más prestigiosos y de más claro talento que recoge la historia del Ecuador.

El encargado de recibirlo, será el Alcalde de la ciudad señor Pe­dro J. Menéndez Gilbert, a nombre de la Comuna y del pueblo de Guayaquil y el agradecimiento por parte de la familia del padre del Liberalismo Ecuatoriano estará a cargo del señor Eloy Avilés Alfaro nieto del homenajeado.

Entrega del Monumento

Y así fue, tal como estaba anunciado, el monumento fue inaugurado el 8 de octubre de 1961 en el inicio de la Avenida de las Américas, en una solemne ceremonia que se inició a las 5:30 de la tarde y a la que asistieron -a más de distinguidas personalidades de la ciudad- las alumnas de la Escuela Sociedad Hijos del Trabajo, que colocaron una ofrenda floral y cantaron el Himno Nacional, y los estudiantes del Colegio 5 de Junio, que depositaron una ofrenda floral.

En su discurso de rigor, el Sr. Cucalón Jiménez destacó que "el comité no ha podido realizar la obra mag­nifica que había planeado en un principio, por cuanto el produc­to del impuesto destinado al Monumento por decreto del Congreso de 1954, fue limita­do a 500.000 sucres y pasado a construcciones militares en las fronteras, por decreto de emer­gencia del Ejecutivo, fin plausible, pero que limitó nuestro! fondos a cantidad muy pequeña en comparación con lo que se necesitaba para la obra em­prendida, obra cuyo resultado entregamos es un Monumen­to"

Finalmente dijo "Antes de terminar quiero consignar el agradecimiento del   Comité para con el pueblo ecuatoriano que cumplió con el pago del impuesto creado para la erección del Monumento, para con el Congreso de 1954 que creó el impuesto, para con el con el Consejo Provincial del Guayas, la M. I. Municipalidad de Guayaquil, a la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas y numerosas personas y entidades de quienes re­cibimos su ayuda económica   e intelectual para el mejor fin de nuestro anhelo, a los señores ingenieros ad-honorem don Héctor Martínez Torres y a los triunfadores del Concurso de ante -proyecto y constructores de el, Arq. Rafael Rivas y escultor Alfredo Palacio a to­dos ellos nuestro agradecimiento, lo mismo que a las distinguidas personas que nos han hecho el honor de acompañarnos el día de hoy, 8 de octubre de 1961, en que celebramos la fecha libertaria de Guayaquil, -hacemos esta inauguración y entrega del monumento a la Municipalidad de Guayaquil, de esta obra, que es obra del agradecimiento del pueblo ecuatoriano a ese Gran Benefactor: Eloy Alfaro Delgado”.

Recibe el Monumento

El encargado de recibirlo, debió ser el Alcalde de la ciudad señor Pe­dro J. Menéndez Gilbert, a nombre de la Comuna y del pueblo de Guayaquil, pero el burgomaestre lamentablemente no pudo asistir al solemne acto, que debió ser presidido por el representante del Consejo, Sr. Amalio Puga Pastor.

Momento culminante el que se dio cuado el “Sr. Jenaro Cucalón Jiménez, Presidente del Comité Pro-monumento a Alfaro, -reseña Diario "El Telégrafo" en su edición del día siguiente- entregó el grupo escultórico al representante del Concejo de Guayaquil, Sr. Amalio Puga Pastor, mediante un conceptuoso discurso. Intervinieron, también, el señor Eloy Avilés Alfaro, como descendiente directo, quien agradeció a nombre de sus hermanos Bolívar y Jerónimo Avilés Alfaro y de sus primos hermanos Eloy, Jaime y Olmedo Alfaro Puig"

La Familia Agradece

El señor Eloy Avilés Alfaro, a nombre de los descendientes, el General Alfaro agradeció la erección del Monumento y del homenaje que se le rendía. En un discurso dijo lo siguiente:

"En nombre de los únicos descendientes directos y consanguíneos del General Eloy Alfaro, ilustre hombre americano, quiero aprovechar esta ocasión, para agradecer tan merecido homenaje y expresar unas palabras de recordación para la ciudadanía.

La grandeza de Alfaro está escrita en la Historia del Ecuador con las obras que él nos dejó. Nos dio libertad de pensamiento, y culto, de prensa y de expresión. Estableció definitivamente la libertad, la igualdad y la hermandad. Con su sangre y con la del pueblo ecuatoriano, selló estas garantías que fueron tan difíciles de obtener, y que las nuevas generaciones, hoy las toman como un hecho natural.

La obra gigantesca de la emancipación liberal de Alfaro no hubiera podido ser realizada sin la colaboración de otros grandes hombres como Medar­do y Flavio Alfaro, General Manuel Serrano, General Pedro J. Montero, General Ulpiano Páez, Coronel Belisario Torres, Coronel Luciano Coral, Juan Montalvo, José Peralta, Abelar­do Moncayo, Carlos Concha, Luis Adriano Dillon, y otros muchos que no los menciono porque sería repetir lo que es­tá escrito ya en el corazón de los ecuatorianos justicieros.

El nombre de Alfaro ha si­do honrado también en toda América, ayudando a realzar el espíritu libertario ecuatoriano al servicio del progreso del Continente, por lo que, desde hace muchos años, han levan­tado bronces inmortales las Re­públicas de Panamá, Chile, Co­lombia, Venezuela, Costa Rica. Honduras, Nicaragua. Cuba, El Salvador, Estados Unidos de Norte América, España, y en nuestro Ecuador varias provin­cias y ahora Guayaquil.

Fue un hombre de pocas pa­labras, pero de mucha acción, estableciendo reformas funda­mentales que perduran hasta hoy, y sentando las bases para otras reformas que se convir­tieron posteriormente en reali­dad, consolidando su obra. Fue un hombre definido, sabia lo que quería y por qué. Fue leal con sus amigos y no pactó con sus enemigos por el afán de conseguir situación es privilegiadas para sus conveniencias ¡personales. Aborreció la traición, y fue magnánime con el enemigo caído, pero no tuvo debilidad en la defensa de sus principios ideológicos. Era un hombre firme, pero no un déspota; estuvo animado de un espíritu humano, pero no fue débil de carácter; fue digno, pero no soberbio; y por encima de todo fue un patriota en el más sublime significado de la palabra.

La Historia ha escrito las glorias de Alfaro, de la Costa a la Sierra, esculpiendo la tierra y el granito para su eterna perduración. Con la misma decisión manejó la espada del soldado y la pluma del estadista, y por eso la huella de su actuación quedó grabada en los campos de batalla y en la acción del gobernante.

Es para mí un honor, en nombre de los únicos descendientes del Viejo Luchador, mis hermanos Jerónimo y Bolívar Avilés Alfaro, y mis primos hermanos Eloy, Jaime y Olmedo Alfaro Puig, y en el mío propio, agradecer al pueblo de Guayaquil, al de Ecuador, al Congreso Nacional que decretó la Ley para los fondos del Monumento, al Comité Organizador y a todos los que con su presencia han realzado este acto.

Aquí queda esta estatua: al pie de ella montará guardia invisible y perpetua el alma de Guayaquil, que lo alentó en sus luchas y lo coronó en sus triunfos”

No Arrempujen

Por su concepción artística este monumento se adelantó en mucho a las corrientes escultóricas de la época, llamando la atención de quienes lo observaban debido -precisamente- a sus características; fue por eso que el pueblo, con la “picardía criolla” que lo identifica, lo empezó a llamar el “no arrempujen”.

La modernización vial de Guayaquil y la construcción de los pasos a desnivel en esa importante intersección hizo que el magnífico monumento prácticamente desapareciera devorado por su entorno; fue por eso que a mediados del 2006 se decidió cambiarlo de ubicación, y tras agria polémica fue trasladado a la entrada de Guayaquil para situarlo en el Complejo de la Unidad Nacional, al inicio de los puentes que unen a Guayaquil con La Puntilla, Durán y el resto del país, donde fue reinaugurado por el presidente Alfredo Palacio -hijo del artista creador de la obra- el 6 de enero del 2007.

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